El último capítulo -que duró dos horas y registró 13,8 puntos de rating, según Ibope- empezó con una situación de vodevil característica de la tira. Es que a la despedida de soltero de Parker fue invitado especialmente Nico. El muchacho no es otro que la propia Niní, en la personalidad masculina que adoptó para poder estar cerca de su amado, cuando éste no le pasaba bolilla y que, claro, no para de meter la pata sin que lo intimide ni siquiera la presencia del mismísimo rey de Santa Juliana (Salo Pasik).
No es el único momento embarazoso que tuvo que sobrellevar Nico, condecorado por su valor por el rey, que termina ofreciéndole un trabajo a su lado. Aunque "él", claro, deberá rechazarlo. A cambio, y para terminar de una vez por todas con su "doble vida", Niní hace irse de viaje a su personaje. Mientras tanto, las demás parejitas se van consolidando y todo parece ir arribando a un final feliz.
Pero cuando Nico tira sus ropas y su peluca para volver a ser únicamente Niní, la descubre su viejo novio despechado. Todo lo que la chica construyó se derrumba en el momento en que Víctor (Esteban Meloni) interrumpe la boda y revela que Niní es una impostora que se hizo pasar todo este tiempo por Nico.
Ella huye, llora, pide perdón. Parker se decepciona, le pide que se vaya de su vida. Sin embargo, apenas unas horas después, él comprende que ella no mintió por mala, y que él igual la ama, y al final se casan, tal como estaba previsto.
Comieron perdices, entonces, en Niní, una tira con muchos éxitos, e inconvenientes varios, desde tener que indemnizar a Cris Morena (por la similitud con Floricienta) hasta la sonada separación de la pareja Bertotti-Guido Kaczka.«
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